GORRIÓN DE OLIVOS
Yo no pedí ser maestro,
ni el viento de la mañana,
ni la luna, nieve, gorrión,
ni romancero del agua.
Yo no pedí que me dieran
el corazón de una barca
para llenar de gaviotas
las arenas de mil playas.
Yo no pedí... Fue un regalo
del alfarero del alba,
un regalo de rosales
en la voz de mis palabras.
Yo no pedí ser maestro,
pero de tiza es mi alma.
(José González ToricesLENGUA
TEMA DE LA REDACCIÓN: En el castillo de los fantasmas vinagrosos
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